Pues bien, mis colegas y yo hemos estado investigando un poco y resulta que aquel chiflado era Arquímedes.
Por lo que hemos leído, el rey de Siracusa le encargó a nuestro matemático griego que averiguase si la corona que le habían regalado era de oro o no.
A nuestro querido Arquímedes no se le ocurrió otra cosa que meterse en la bañera con la corona del rey, descubriendo así el principio de la densidad. Cuando obtuvo el resultado, no tuvo mayor reparo que salir de la bañera con la corona e ir corriendo a ver al rey mientras gritaba "¡Eureka!", "¡Eureka!"
Traducido al español, esta expresión vendría a ser "¡Lo he conseguido!"
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